- Domótica: ¿Quién no sabe si se ha dejado una luz de su casa encendida o un grifo abierto? ¿Te gustaría poder encender la calefacción de tu casa dependiendo de la temperatura ambiental de la misma? Con IoT esto es posible.
- Electrodomésticos que se comunican con el usuario: Es el caso de frigoríficos inteligentes que pueden avisarnos cuando un producto de su interior esté próximo a una fecha de caducidad o cuando esté a punto de terminarse y debamos comprar más.
- Sistemas de control biomédico: Son sistemas que controlan fácilmente nuestras constantes vitales, nuestra alimentación, nuestro sueño…Podemos hablar, incluso, de aplicaciones que controlan el correcto funcionamiento de un marcapasos y prevén situaciones que pueden resultar críticas para el paciente. En este caso puede combinarse el procesamiento de la información con la toma de decisiones posteriores: ropa interconectada, sistemas para el control del ejercicio que realizamos incluídos en las zapatillas de deporte que pueden monitorizar nuestro running o la utilización de wearables.
- Tendencias de uso de los consumidores: Poder detectar si un corredor tiene o no las zapatillas adecuadas para los trayectos que realiza o si utiliza la ropa térmica más adecuada en los entornos más habituales, serían algunos ejemplos de utilización de IoT en éste ámbito.
- Motor: vehículos que son capaces de detectar el mejor trayecto en tiempo real por una ciudad para evitar atascos o semáforos.
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